Solamente me tomó dos días darme cuenta de que tenemos tantas oportunidades en la vida para ser felices y las desperdiciamos con tanta facilidad.
Nos enganchamos con situaciones que generalmente nos producen dolor o disgusto y pasamos de largo u obviamos aquellas que iluminan nuestra mirada y nuestro corazón.
Yo hoy reconocí que cosas son las que me hacen inmensamente feliz:
- Escuchar el canto de los pájaros cuando me estoy vistiendo en la mañana
- Bañarme con muuuuuuuuuucha agua calientita (a pesar de lo que piense Nadia)
- Escuchar el susurro de las olas
- Acostarme en el pasto a ver pasar las nubes
- Andar desnuda en mi casa (¡por supuesto cuando mi hijo no está!)
- Que me besen con "calorcito"
- Abrazar a la gente que quiero
- Comer mango de manila
- Bailar
- Ver la luna llena laaaaargos periodos
- Estar con mi hijo (pese a su adolescencia y a mi estrés)
Deberían de ser más, pero la verdad es que ahorita quizá tengo más presentes aquellas que invariablemente me hacen feliz, mañana anoto más.
1 comentario:
El otro día platicaba lo mismo con Llely, a prpósito de lo mucho que nos gusta meternos a la cama desnudos a comer chícharos y elotes asados, a veces fumar un poco de mota, comer chocolates y jugar a que estamos dentro de un cuento de hadas donde ella es la Caperucita Feroz y yo el Lobo Pervetido... jajaja. Total que llegamos a lo mismo: las mejores cosas de esta vida no cuestan dinero, sino tiempo y lo peor es que a nosotros (o sea la raza humana) nos gusta más vender nuestro tiempo a cambio de trabajo.
Hola Prima, pues por acá nos andamos encontrando...y a todo sto
¿cuál es el blog de Carlos?
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