junio 18, 2007

Para Arturo,
Porque también sé ser feliz!


Cerré los ojos para dedicarme a sentir como el ritmo de la música regulaba no sólo la cadencia de mis caderas, sino también mi corazón. Una cascada de sudor bajó por mi frente para refrescar mis senos y mi espalda. Tu cuerpo cercano me enseñó nuevos movimientos, nuevos giros, otras posiciones…
Tus manos posadas sobre mi cintura me atraían con fuerza hacia ti, mesurando el juego que habíamos iniciado. Pude sentir que volábamos por la pista, ¡Caray, como me gusta bailar!


junio 13, 2007




Quiero escribir en tu piel aquellas palabras que contigo han adquirido significado: ternura, duda, deseo, olvido, tiempo…Para luego sellarlas con mis labios, que no haya reducto en tu cuerpo donde puedas ocultarme más. Después anhelo convertirme en marea alta y ahogarte en mí, llenarte con mi tristeza y desconsuelo –y por fin deshacerme de ellos- hasta dejarte completamente impasible, inmutable.
Sólo así podría colmarte con mi amor nocturno, aquel que escondo bajo mi cama, oscuro, ciego, loco

junio 06, 2007

Hoy me perdiste un poquito...

Comencé a darme cuenta cuando me percate de la mancha de sangre en mi blusa, justo a la altura de mi corazón. Lo confirme en el momento en que presencie como la mirabas: noté lujuria en tus ojos, algo que yo no había despertado en ti desde hace mucho tiempo. Tus manos se posaron en su cintura con una ternura desquiciante; tuve que salir corriendo con mi dolor a cuestas.

Esta vez las cosas habían cambiado: tú me habías cambiado.

junio 01, 2007

No sé soñar si no es contigo


Me cautiva la sola idea de imaginar tus dedos recorriendo mi cuerpo. Advierto tu presencia y me lleno de gozo, comienzo entonces a prepararme para tu advenimiento. Es el nacimiento de todos los soles, de todas las explosiones, convoco a mis pasiones para recibirte. De ellas poco……… de mí, ¡todo!

Y me embriaga la forma en que lo Nuestro se transforma, de huracán vertiginoso a placida brisa, he dejado de ser súcubo para convertirme amante devota. No obstante, el miedo al abandono permanece y reanudo mi viaje al placer culpable, al dolor creativo, al arrebato furtivo, a tus besos implacables que me consumen y me arrojan al infierno para adorarte irremediablemente.