junio 01, 2007

No sé soñar si no es contigo


Me cautiva la sola idea de imaginar tus dedos recorriendo mi cuerpo. Advierto tu presencia y me lleno de gozo, comienzo entonces a prepararme para tu advenimiento. Es el nacimiento de todos los soles, de todas las explosiones, convoco a mis pasiones para recibirte. De ellas poco……… de mí, ¡todo!

Y me embriaga la forma en que lo Nuestro se transforma, de huracán vertiginoso a placida brisa, he dejado de ser súcubo para convertirme amante devota. No obstante, el miedo al abandono permanece y reanudo mi viaje al placer culpable, al dolor creativo, al arrebato furtivo, a tus besos implacables que me consumen y me arrojan al infierno para adorarte irremediablemente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, que no quede nada de nosotros después de esta noche...que onda? anda usted en sus más recientes escritos como que entre herida y desanimada combinada con ilusionada y apasionada. La pregunta es simple y la respuesta seguramente también lo es ¿todo o nada?
carlos alvarado