
Sí, lo admito. No hay reducto donde pueda ocultarme más.
¿Incapacidad o indisposición? La dicotomía que prevalece en mi corazón se establece entre satisfacer la necesidad de sentirme amada y mi resistencia a bajar la guardia. ¿Por cuanto tiempo? No lo sé
No hay comentarios.:
Publicar un comentario