septiembre 18, 2007

Un paseo por las nubes




Hoy descubrí que disfruto más ver las nubes pasar sobre mí, que volar sobre ellas, aún cuando casi pueda tocarlas al estirar mis manos...

Esta distancia (poco más de 20,000 kms) también me hizo darme cuenta de lo fácil será olvidarte, no en otros labios ni en otra piel, no será necesario dejarme invadir por otros ejércitos; sólo deberé cobijarme con tus frecuentes abandonos, recargar mi cabeza en el teléfono que no suena cuando tú no llamas, rodear mi cuerpo con tus brazos que no están, mirarme en tus ojos que miran a otra parte. Pienso en lo fácil que será destarrar este amor incloncluso, consumido por tu ausencia, por nuestras promesas vacías, y por estos incontables desencuentros.

Quizá este adios sólo confirme aquello que es evidente: no he aprendido la lección, quizá deba soltarte (me) y caer en las nubes que aguardan mi caída.

1 comentario:

Southmac dijo...

A veces lo mejor es dejarse caer. Atravesar esas jodidas nubes para descubrir que bajo ellas...